domingo, 24 de junio de 2007

Poesía anterior a 1939

MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

1.- El Modernismo surge en Hispanoamérica a finales del siglo XIX, cuando los hispanoamericanos comienzan a tomar conciencia como pueblo.

El Modernismo se caracteriza por: a) Rechazo del realismo positivista: reacciona contra el excesivo dominio de la razón (filosofía positivista) que dejaba de lado lo relacionado con el misterio y lo oculto. b) Actitud bohemia: Los poetas modernistas no están a gusto con el mundo que les ha tocado vivir y automarginándose adoptan una actitud bohemia. c) Buscan un arte libre de ataduras utilitarias y buscan nuevas formas que restituyen a la emoción y la sensibilidad, exaltación de la belleza percibida por los sentidos. Dice Valle-Inclán que sienten más empeño por expresar sensaciones que ideas y nos trasmiten en opciones a través de la de la el tacto o el olfato.

Representantes: entre 1890 y 1910 jóvenes destacan los hispanoamericanos José Martí en Cuba, José Asunción Silva en Colombia, Rubén Darío en Nicaragua o los españoles Salvador Rueda, Valle-Inclán y Manuel Machado, unidos entre sí por el deseo de romper con el pasado. De entre ellos destaca a Rubén Darío, verdadero artífice del modernismo y que será la primera corriente literaria hispanoamericana que influya en España. El Modernismo es una síntesis de tres tendencias: americana, francesa y española con Bécquer.

Temas y fuente:: los poetas necesitan nuevas formas expresión y, en el deseo de distanciarse de España, se centra en Franciay se ponen en contacto con distintas corrientes literarias: a) El romanticismo: corriente representaran por el poeta Víctor Hugo que mantiene la supremacía de los sentimientos sobre la razón. En ellos también influye Bécquer. b) El parnasianismo: movimiento interesado por la belleza sensible, el arte de la palabra, ardientes exóticos, mundo clásico,... c) El simbolismo: gusto por la belleza, brevedad de la forma, sentimientos profundos, sin definir las cosas se de forma completa (Verlaine, Rimbeaud y Mallarmé).

Vertientes:

a) Sensorial: culto a la belleza, goce de los sentidos, paisajes bellos, jardines elegante, princesa y mujeres hermosas en el deseo de evasión en el tiempo y en el espacio que hagan olvidar el prosaísmo reinante en la sociedad. b) Intimista: triste, melancólica y sensual., donde los paisajes se presentan como símbolos de intimidad. Se sienten frustrados en el mundo, lo que les conduce a la melancolía.

Temas: Giran en tomo a la exterioridad sensible y la interioridad del poeta y de lo dicho podemos entresacar los siguientes:

Ø Escapismo (el modernista se evade a través del sueño en el espacio - exotismo-y viajes por el mundo medieval, renacentista y dieciochesco.

Ø Cosmopolitismo (devoción por París por evadirse y buscar algo distinto),

Ø Amor y erotismo (idealización a la mujer acompañado de languidez y Melancolía contrastando a un erotismo desenfrenado).

Ø Lo hispano (la exaltación de lo hispano frente a lo anglosajón).

Estética y lenguaje. El anhelo de armonía, perfección formal y belleza es la raíz de su técnica, que se fundamenta en:

Ø literatura sensorial;

Ø Prodigioso manejo del idioma, lo que provoca una renovación del léxico y un enriquecimiento del lenguaje poético.

Ø El color, la sonoridad, la plasticidad y la musicalidad, lo cual se logra con recursos fónicos, cultismos y voces exóticas, empleo de sinestesias y abundantes imágenes deslumbrantes.

Métrica: El ansia de armonía y musicalidad llevan a un enriquecimiento de ritmos: el alejandrino (el verso preferido con nuevos esquemas acentuales), el dodecasílabo y el eneasílabo, versos acentuales compuestos de pies acentuales con su marcado ritmo (dáctilo, anfíbráquico, anapesto, yambo), importantes renovaciones de las estrofas, rimas agudas o esdrújulas, rimas internas, etc.

2.- Como es sabido la Generación del 98 constituye un grupo de escritores que a finales del siglo XIX y comienzos del XX se esfuerzan por intervenir en la mejora de la vida pública, mostrando las miserias y pobreza de la sociedad española.

Ante el estado de apatía e indiferencia en el que ha caído el país, se preocupan por encontrar la verdadera esencia o alma de España y el sentido de la vida. Para esto utilizan tres vías:

  • La literatura. Cada época literaria ha tenido sus modelos; los autores de la Generación del 98 sienten especial debilidad por Gonzalo de Berceo, Jorge Manrique, Cervantes y Quevedo. Admiran a Larra y a los ilustrados porque ya habían sufrido y analizado estos problemas.
  • La historia. En ésta es donde buscan estos escritores la esencia de España, los valores de la patria y la raíz de los problemas presentes.
  • El paisaje. Ven en el austero paisaje castellano el reflejo del alma y la esencia que buscan. Recorren la meseta de Castilla describiendo minuciosamente la pobreza de sus pueblos, la sencillez de sus gentes y lo extremado de su clima. Esperan captar, a través de este paisaje, el alma de España.

En su afán reformador adoptan un determinado estilo literario para exponer sus ideas:

· Lenguaje sencillo y expresivo que rompe con la retórica recargada de la época.

· Vocabulario apropiado, con el fin de reflejar de la forma más justa posible lo que se quiere expresar. De ahí que abunden palabras cultas, extranjeras y populares.

· Predominio de la oración simple, concisa y breve, evitando los párrafos largos y la subordinación.

POETAS DEL MODERNISMO-GENERACIÓN DEL 98

Rubén Darío. En realidad se llamaba Félix Rubén García Sarmiento. Nació en Nicaragua en 1867. Es de mentalidad progresista. Viaja por Hispanoamérica, donde conoce las nuevas tendencias poéticas y la Literatura francesa. Llega a España en 1892. Vuelve a su patria en 1899, ya habiendo comenzado su revolución poética. A partir del año siguiente viaja por Europa como diplomático. Muere en 1916.

En su obra sintetiza los diversos «ismos» que existen en la Literatura. Se caracteriza en cuanto a temas y formas por: lo pagano, lo exótico, lo legendario, lo cosmopolita..., lo íntimo; y todos los esplendores posibles del estilo: color, sonoridad, ritmos...

Sus obras fundamentales fueron:

*Azul (1888). Es el libro iniciador el Modernismo parnasiano en la Literatura hispánica. Destaca por la renovación métrica, la sonoridad, el cuidado de lo formal... Se dan en él todos los rasgos propios del Modernismo.

*Prosas profanas (1896). También pertenece al Modernismo parnasiano. Destaca en los aspectos formales. Es muy conocido el poema "Sonatina".

*Cantos de Vida y Esperanza (1905), obra en la que ya abundan temas serios, hondos, a veces muy amargos. Destacan varios poemas: "Juventud, divino tesoro" y "Lo fatal". También trata temas españoles. Muy conocida es la "Oda a Roosevelt", en la que se critica el imperialismo de los Estados Unidos.

MANUEL MACHADO Nació en Sevilla en 1874. Junto con su hermano Antonio escribió algunas obras teatrales de éxito y ambos compartieron la vida bohemia y literaria de París a finales del siglo XIX. Visitó Francia en multitud de ocasiones. Allí trabajó como traductor de francés. En España compaginó sus actividades como poeta, dramaturgo, crítico teatral y bibliotecario.

Sus versos muestran un claro interés por lo español: el pasado heroico, los toros, el flamenco. Es una poesía dominada por la estética, con ciertos toques de decadentismo y derrotismo. Su mejor obra, sin duda, es Alma, obra que se incluye en la línea del Modernismo parnasiano, de versos brillantes y de expresión muy cuidada. Se le puede considerar un autor virtuoso, pero la falta de un fondo en sus obras hace que su valor sea limitado.

Obras. Teatro: La Lola se va a los puertos (1929) (verso), La duquesa de Benamejí (1932) (prosa-verso).

Poesía: Alma (1900), La fiesta nacional (1906), El mal poema (1909) Cante hondo (1912)

FRANCISCO VILLAESPESA.- Poeta, periodista, dramaturgo y novelista; nació el año 1877 en Laujar de Andarax, provincia de Almería. Estudió en la universidad de Granada y a los 20 años trasladó su residencia a Madrid para dedicarse al periodismo. Allí colaboró en muchas revistas y diarios de España. Recorrió varias veces América como empresario teatral y recitador de sus poemas. Ferviente admirador del poeta nicaragüense Rubén Darío, fue su mejor discípulo y el más genuino continuador del estilo modernista iniciado por éste.

Villaespesa gozó en vida de una popularidad inmensa. Fue famoso por su enorme facilidad para la versificación, pero no depuraba ni seleccionaba sus escritos. Lo profano y lo bohemio, lo sensual, lo triste y lo preciosista tuvieron en este poeta andaluz un intérprete genial. En el año 1936 murió en Madrid a la edad de 59 años.

En 1898 publicó su primer libro de poesía, «Intimidades». A partir del año de 1900 con «La Copa del Rey de Thule», se consagró como el precursor del Modernismo en España, sin abandonar nunca su tendencia romántica y bohemia. De su abundante obra poética merecen destacarse La musa enferma, El alto de los bohemios, El jardín de las quimeras,, y sus obras de teatro «El Alcázar de las Perlas» y «Abén Humeya».


ANTONIO MACHADO (1875-1939)

Nació en Sevilla, hermano del poeta Manuel Machado e hijo de un notable intelectual y experto en folklore andaluz; vivió luego en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que conoció a Rubén Darío, del que sería gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo, que murió en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Durante los años veinte y treinta escribió teatro en compañía de su hermano, estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa de Benamejí, de 1931. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Collioure, donde murió en febrero.

SU TEORÍA POÉTICA.- En algún momento A. Machado dijo que la poesía es “la palabra esencial en el tiempo”. Con esta definición quería sintetizar su doble objetivo: captar la esencia de las cosas, a la vez que el fluir del tiempo. Más adelante precisó: “La poesía es el diálogo del hombre, de un hombre, con su tiempo”. Esto es, la poesía no podía hacerse de espaldas a la realidad, sino justo al contrario: había que situarse en l mundo con el propósito de trascenderlo.

Obra

La obra de este autor es un magnífico ejemplo de cómo Modernismo y 98 muchas veces se solapan y y coexisten en un mismo autor. En su producción se distinguen tres etapas. La primera se identifica con su periodo modernista. La segunda corresponde al periodo de los poemas castellanos, de la preocupación por España, donde se observa un acercamiento con los autores del Grupo del 98. En la tercera predomina la preocupación filosófica y folclórica.

1.- ETAPA MODERNISTA

Dentro de la primera etapa encontramos Soledades (1903), su primer libro de poemas, en el que se percibe la influencia de Verlaine y del modernismo simbolista. Desde un punto de vista temático, presenta un tono intimista, con el que el poeta expresa sus reacciones frente a “los universales del sentimiento”: el tiempo, la muerte, Dios, la naturaleza. Así pues, los temas utilizados son el paso del tiempo, la muerte, los sueños, el recuerdo y la juventud perdida. Se expresan las reacciones del yo poético ante la naturaleza y ante sí mismo (en forma de otro, es decir, se desdobla su personalidad).

En su versificación hay una presencia reveladora de versos dodecasílabos y alejandrinos, junto a algún ejemplo de métrica basada en pies acentuales; en definitiva lo típico del movimiento modernista.

Este poemario fue ampliado en 1907 con el título Soledades, galerías y otros poemas. Machado suprime muchos de los aspectos formales del Modernismo e incorpora nuevos poemas. En la sección “Galerías” los poemas son breves y destacan por su poder evocador y gran simbolismo, por último en “Otros poemas” da una mirada hacia el mundo exterior y agudiza el recuerdo de su niñez.

Por otra parte, hay que subrayar la influencia del simbolismo francés que se basaba en la ruptura de la imagen poética tradicional, pues el ‘objeto imaginario’ no designa un objeto real y tangible, sino un estado de ánimo, una emoción subjetiva.

De modo que aparecen, entre otros, símbolos como:

> El “jardín” = la infancia, la juventud perdida. El “parque” = lugar melancólico, triste.

> La “fuente” tiene diversas connotaciones: 1) el murmullo del agua de la fuente = la niñez; 2) el sollozar del agua = el fluir de la vida, el paso del tiempo; 3) el agua que reposa quieta en la taza de mármol = la llegada de la muerte.

>El “camino” = la vida en dirección a la muerte; pero también puede ser las “galerías” del alma, cuya meta final es siempre ignorada por el poeta.

> La “tarde” tiene siempre una significación temporal: a) tarde tranquila que alienta a la memoria a “soñar” serenamente; b) tarde cenicienta y mustia que provoca amargas reflexiones sobre la muerte.

El tema principal que marca esta etapa “modernista” de Machado es el sueño como una válvula de escape del inevitable paso del tiempo y poder volver, aunque sólo sea de modo poético, a la infancia y juventud perdidas. En este tema se observa la influencia de las teorías del filósofo francés Henri Bergson y su concepto del tiempo como “aliento vital”, como noción plenamente subjetiva y emocional.

2.- ETAPA «NOVENTAYOCHISTA»: CAMPOS DE CASTILLA (1912)

Este libro de poemas ha sido definido como la contribución de Machado al “espíritu del 98”: apertura al entorno social y humano, sentimiento histórico y nacional, etc. Este cambio de actitud está relacionado con algunos hechos biográficos: abandono de la vida bohemia por la serena vida de un catedrático de Instituto en Soria; el matrimonio con la jovencísima Leonor Izquierdo; la enfermedad y muerte de la esposa en 1912, etc. Después, el desconsolado viudo se traslada a Baeza, donde compone nuevos poemas, incorporados en la 2ª edición de Campos de Castilla.

Por su temática podemos clasificar los poemas de Campos de Castilla en cinco grandes grupos:

> Poemas cuyo núcleo principal es el paisaje, ya sea desde un nivel puramente descriptivo, ya en torno a los habitantes de ese paisaje. Frente al paisaje simbolista (la fuente, el jardín, la estancia familiar, etc.) de Soledades Machado se detiene ahora al que contempla en Soria y en Baeza: el río Duero, las encinas, los robles, los álamos, la árida meseta castellana, los olivos, etc. Esto implica que el paisaje ya no es una “invención” dependiente del estado emocional y estético del poeta, sino que ahora, por contra, las emociones se adaptan al entorno geográfico que habita el autor.

También analiza Machado los habitantes de ese paisaje, conectándolo al tema de la decadencia de España: la raza de héroes ha degenerado en unos aldeanos inmersos en la superstición, la ignorancia, la envidia y las malas pasiones que culminan en el asesinato o como él mismo dice en el “cainismo”, narrado en el extenso romance, de La tierra de Alvargonzález. En esta línea destacan poemas como A orillas del Duero, Las encinas, Por tierras de España, El dios ibero, Campos de Soria y Los olivos.

> Poemas de preocupación existencial y filosófica. En ellos refleja su angustia vital ante la monotonía de la vida provinciana en Soria y Baeza, aumentada por la visión de la desolada meseta castellana. En los Proverbios y cantares mediante breves proverbios y sentencias, Machado enuncia sus preocupaciones éticas, filosóficas y morales (denuncia de la hipocresía, la incultura...) así como su concepción del tiempo, la muerte y la fugacidad de la vida. También destacan poemas como Meditaciones rurales, Poema de un día y Parábolas.

> Poemas de intención sociopolítica o de análisis histórico de la sociedad española. Este tema está relacionado con la visión de la degeneración moral de los pobladores del paisaje castellano y se observa los orígenes regeneracionistas y krausistas de Machado: la solución al problema nacional reside en la educación, la cultura y la renovación ética de los individuos, tanto como en la supresión de las injusticias económicas y sociales. Por otra parte, Machado plantea el tema de las dos Españas (“Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios./ Una de las dos Españas/ ha de helarte el corazón”): 1) la “vieja” España, retratada en Del pasado efímero, de las tradiciones, del catolicismo basado en la intolerancia y el despotismo, de los señoritos y caciques; 2) la “otra España”, la del Mañana efímero, del “cincel y la maza”, de los humildes, los trabajadores, los jóvenes inquietos.

También, en la segunda edición aparece el tema del antibelicismo como en España en paz donde celebra la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial, aunque Machado sea aliadófilo.

> Poemas de tema religioso. Machado en poemas como La saeta muestra sus sentimientos religiosos; en este caso, frente a la fe popular manifestada en la Semana Santa sevillana, Machado expresa su pensamiento personal acerca de Dios y de Cristo, que está marcado por la ideología krausista y una exaltación del Jesús “hombre” e incluso el Jesús “resucitado” frente al Nazareno crucificado. En algunos de los Proverbios también incluye el tema religioso desde una perspectiva existencial: soñar con Dios o “pelearse” con Él al modo de Unamuno.

>Poemas amorosos. A raíz de la enfermedad y de la muerte de Leonor, Machado expresó en varios poemas sus sentimientos de incertidumbre y esperanza (A un olmo seco), cuando su esposa estaba aún con vida, y cuando ésta fallece, no podrá contener su dolor y llanto (poemas del CXIX al CXXIV de Campos de Castilla).

ÚLTIMAS OBRAS

La muerte de Leonor le produjo una intensa crisis creadora (como dijo en un poema, “se ha dormido la voz en mi garganta”). Machado empieza a concentrar su mente en la filosofía y no escribe su siguiente libro hasta 1924,Nuevas canciones; se trata de un conjunto de poemas breves, de tema muy diverso, del que destacan nuevos Proverbios y Cantares que confirman su preocupación hacia la filosofía, así como rememoraciones de Soria y descripciones del paisaje andaluz.

A partir de aquí cultiva mucho más la prosa (Juan de Mairena., sería la mejor prueba de ello); y no publica independientemente nuevos libros de versos, salvo las sucesivas ediciones de Poesías completas donde incluye nuevos poemas como el Cancionero apócrifo de Abel Martín, poeta filósofo de su invención, entre los que destacan las Canciones a Guiomar (amores tardíos de Machado con una mujer casada, Pilar Valderrama).

El estallido de la guerra civil aviva la conciencia cívica de Machado que compone sus Poesías de guerra: unos veinte poemas como el dedicado a la defensa de Madrid y sobre todo El crimen fue en Granada en homenaje a García Lorca.


JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (1881-1958)

Poeta español y premio Nobel de Literatura (1956). Nació en Moguer (Huelva), y estudió en la Universidad de Sevilla. Los poemas de Rubén Darío, el miembro más destacado del modernismo en la poesía española, le conmovieron especialmente en su juventud. También sería importante la lectura de los simbolistas franceses, que acentuaron su inclinación hacia la melancolía. En 1900 publicó sus dos primeros libros de textos: Ninfeas y Almas de violeta. Poco después se instalaría en Madrid, haciendo varios viajes a Francia y luego a Estados Unidos, donde se casó con la que ya sería su compañera ejemplar de toda la vida, Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra Civil española se vio obligado a abandonar España. Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico, fueron sus sucesivos lugares de residencia. Moriría en este último país, donde recibió ya casi moribundo la noticia de la concesión del Premio Nobel.

Toda la poesía de JRJ responde a una sola y misma búsqueda de belleza; en este sentido puede afirmarse que puede hallarse un núcleo unificador de su poesía, en torno a dos ejes:

a) su poesía tiene un tono metafísico, filosófico porque se construye a partir del intento por hallar una palabra que le permita la entrada a su yo íntimo y a lo que hay en el exterior (el misterio existencial que envuelve al universo);

b) su poesía tiene un fondo triste porque más que un intento es una lucha permanente consigo mismo buscando, como dirá él mismo años más tarde, "el nombre exacto de las cosas", pero las palabras halladas no le satisfacen, no aciertan a describir la experiencia vital que él quiere expresar, y se convierte entonces en lo que el poeta francés Arthur Rimbaud llamaba un "gran enfermo" de la poesía (coincidente, además, con sus frecuentes estancias en sanatorios debido a su continuamente delicado estado de salud).

El propio poeta establecía en sus últimos años tres etapas en su producción: Época sensitiva, época intelectual (a partir de 1916) y época suficiente o verdadera (a partir de 1936).

ÉPOCA SENSITIVA

a) *Etapa intimista (Poesía “pura” en el sentido de sencilla; modernismo intimista y simbolista): Se nota la influencia de Bécquer y de los simbolistas franceses. La naturaleza, la soledad, el paso del tiempo, la muerte o el amor insatisfecho son los temas que aparecen envueltos por un sentimiento de tristeza y melancolía. Los libros principales son “Arias tristes” (1903). y “jardines lejanos”(1904)

b) *Etapa más acentuadamente modernista: Predominio de lo sensorial y adornos retóricos. El estilo se recarga de un colorido y una adjetivación brillantes; son frecuentes las sinestesias y las imágenes sorprendentes. Frente al octosílabo de la etapa anterior prefiere el alejandrino. No obstante el modernismo de Juan Ramón Jiménez es de tipo intimista y orientado hacia la contemplación (la tarde, la primavera...) y la confesión sentimental. De esta época son “La soledad sonora”(1911), “Poemas agrestes” (1910-1911), “Sonetos espirituales (1914-15)”, y también el libro de prosa poética “Platero y yo” (1914).; “Laberinto” (1913) muestra ya el camino metafísico que seguirá luego la poesía de JRJ, y “Estío” de 1916 marca ya un cambio hacia la poesía conceptual y formalmente sencilla.

ÉPOCA INTELECTUAL

Poesía desnuda: Expresión de la experiencia sin ropajes retóricos. La nueva etapa viene marcada por la publicación en 1916 de “Diario de un poeta recién casado”. En él quiso recoger todas su experiencias y contar sus impresiones, sin ocultarlas bajo ningún ropaje. Es el camino hacia la poesía desnuda. Prefiere los poemas breves y sin rima: surge así el verso libre. De esta época es también “Eternidades” (1918) y “Piedra y cielo” (1919), “Poesía” (1923), “Belleza” (1923); “La estación total”, publicada en Buenos Aires en 1946, recoge los poemas escritos entre 1923 y 1936, recoge poemas de índole metafísica, lo que será la característica de la última etapa.

ÉPOCA SUFICIENTE O VERDADERA

A partir de 1936 avanza hacia una poesía cada vez más compleja y metafísica en torno a los grandes temas: la poesía, Dios y la eternidad (unidad profunda de todo lo existente, la visión panteísta de la realidad, la conciencia del poeta como dios que da sentido al mundo). De esta época es “Animal de fondo” (1946),y “Dios deseado y deseante” (1948-1949).

Obra en prosa

Entre su bella prosa poética, destaca el delicioso libro Platero y yo (l914), emocionada narración en torno a un borriquillo, escrita en un estilo musical, durante los años de su etapa modernista. Lirismo, ternura, comunión con la naturaleza son las notas de esta obra tan célebre en todo el mundo. Este libro es una representación de la "alegría andaluza". No hay que olvidar que Juan Ramón fue el "descubridor de Andalucía", como la generación del 98 lo fue de Castilla.

Juan Ramón también escribió tiernas Historias para niños sin corazón y otros inolvidables poemas infantiles. Todo ello acompañado de su vasta producción poética, hace de nuestro autor un poeta humano, que no vuelve la espalda a la vida.

En prosa se halla la colección de exactos retratos literarios titulada Españoles de tres mundos y El Modernismo.



LA GENERACIÓN DE 1927

Características generales.-

Por Generación del 27 entendemos un grupo de escritores, de poetas, que comienza a producir en el primer tercio del siglo XX, y que se compone de los siguientes autores: Alberti, García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y Miguel Hernández. Si bien Miguel Hernández no suele ser considerado dentro de esta Generación, y Altolaguirre y Prados -quizá por la calidad literaria- suelen dejarse sin nombrar.

En el caso del 27, varios son los motivos alegados para considerarla como una "generación":

1. El mayor, Salinas, nace en 1892; el más joven, Altolaguirre, en 1905. Por lo tanto, se cumple la primera característica, la de los quince años como máximo de diferencia de edad.

2. Su formación es semejante: todos fueron universitarios y varios de ellos profesores de Literatura.

3. Fueron amigos hasta la Guerra Civil, que les separa tanto física como políticamente.

4. Les une el tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora.

5. Al comienzo siguen al poeta Juan Ramón Jiménez.

6. Todos experimentaron la necesidad de encontrar un nuevo lenguaje poético (a la manera de Góngora), aunque cada uno de ellos imprimiera a su búsqueda un sello personal.

Si aceptamos así las cosas, se denominará Generación; pero, cuando buscan un nuevo lenguaje se apartan de Juan Ramón; el centenario de la muerte de Góngora no debe considerarse como un hecho histórico; el sello personal separa su lenguaje. Por tradición se denomina Generación: aceptaremos esta denominación.

Podría afirmarse que, como denominador común, los poetas del 27 se caracterizan por cierta tendencia al equilibrio, a la síntesis entre:

a. lo intelectual y lo sentimental,

b. una concepción cuasi- mística de la poesía y una lucidez rigurosa en la elaboración del poema,

c. la pureza estética y la autenticidad humana,

d. lo minoritario y la inmensa minoría,

e. lo universal y lo español. El equilibrio integrador del grupo del 27 recibe su confirmación definitiva cuando se observan sus comunes preferencias literarias: existe una clara influencia del Vanguardismo ---especialmente del Ultraísmo, Creacionismo y Surrealismo----, pero sin alzarse contra nada, no niegan la poesía anterior, pese a ser totalmente innovadores; admiran a Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna, Unamuno, Machado, Rubén Darío..., Bécquer, los clásicos Góngora, Manrique, Garcilaso, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Quevedo..., Lope de Vega, en su aspecto popular, el Romancero, el Cancionero..., todo lo tradicional, y, sin embargo, son renovadores.

INFLUENCIAS

Las influencias que los autores del 27 reciben en sus obras son variadas y muy diversas. Vamos a citar las más importantes:

1.- El vanguardismo europeo

  • El Futurismo no influye demasiado en los miembros de la Generación del 27, aunque podemos destacar a algunos de ellos, como Pedro Salinas y Rafael Alberti.
  • El Creacionismo, movimiento literario de vanguardia desarrollado por Huidobro, tiene como principal representante dentro de este grupo a Gerardo Diego, que en algunos de sus poemas (“Imagen”, 1922) se plantea la necesidad de crear una nueva realidad, ajena por completo al mundo sensible. Las palabras se convierten en el centro de atención, no su significado.
  • El Ultraísmo se propone captar el mundo a través de percepciones fragmentarias e imágenes ilógicas. La revista Grecia acoge este ismo partir de la publicación en 1919 del Manifiesto Ultra.
  • El Surrealismo influye prácticamente sobre todos los miembros de la Generación. Llega a finales de la década de 1920 y es acogido por un gran número de poetas. La expresión del mundo subconsciente, de los elementos oníricos y de las visiones aparece frecuentemente en la obra de Lorca, Alberti, Aleixandre o Cernuda. La poesía gana en libertad –tanto temática como formal– y vuelve a los contenidos humanos. Gracias al Surrealismo, la poesía de los años 30 de desarrolla plenamente.

2.- La tradición española

  • Entre las influencias sobre los autores del 27, hemos de mencionar a dos poetas que por entonces ya estaban completamente consagrados: Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Ambos son tomados como modelos y son admirados y respetados, a pesar de la diferente concepción estética que plasman en sus obras. Además, los franceses Valéry y Mallarmé; el gran introductor de las vanguardias en España, Ramón Gómez de la Serna; el líder de la Generación del 98, Miguel de Unamuno; el gran ensayista y filósofo José Ortega y Gasset.
  • A pesar de que las vanguardias propugnaran la ruptura absoluta con todo el arte anterior a ellas, los autores del 27, aun aprovechándose de las innovaciones que aportaron los ismos, prefirieron fijarse en lo mejor de nuestra literatura. Así, admiraron a Jorge Manrique, Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz, Lope de Vega o Quevedo. De Rubén Darío tomaron el valor plástico de la lengua y de Gustavo Adolfo Bécquer el tratamiento aparentemente sencillo de los temas y las formas poéticas. Además, autores como Alberti o Lorca se inspiraron en la poesía popular española –romances y cancioncillas breves-, aunque le dieron un tratamiento culto, denominado neopopularismo.

ETAPAS:

1. Hasta 1927, aproximadamente. Es notoria la influencia de Bécquer y algo del Modernismo. Se orienta bajo el magisterio de Juan Ramón Jiménez, hacia la poesía pura. Se basa en la metáfora, con audacias novísimas, deslumbrantes. Es la etapa de la deshumanización del arte (término empleado por Ortega y Gasset que sirve de título a uno de sus libros más importantes), pese a la existencia de la lírica popular; sin embargo, hay una gran influencia de los clásicos españoles, especialmente de Garcilaso y Góngora.

2. De 1927 a la Guerra Civil. La humanización del arte es cada vez mayor; la influencia del Surrealismo se produce en su totalidad en esta etapa. Pasan a primer término los sentimientos del hombre: amor, ansia de plenitud, inquietud ante los problemas de la existencia... El culto a Góngora marca la cima y el descenso de los ideales esteticistas. Los acentos sociales y políticos que marcaron los vanguardistas entran también en la poesía.

3. Después de la Guerra. Tras la etapa social, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado o abierto hacia una nueva solidaridad. En el exilio, la nota dominante será, al correr de los años, la nostalgia de una patria perdida.

Los poetas del 27

PEDRO SALINAS (1891-1951)

Inicialmente cultivó una poesía influida por el vanguardismo, que se manifestó en la predilección por los objetos de la vida moderna: el automóvil, el cine, la luz eléctrica.

En su época de plenitud el tema central de su poesía es el AMOR: “La voz a ti debida”, “Razón de amor” y “Largo lamento” (Títulos tomados de un verso de la Égloga III de Garcilaso, de la literatura medieval y dela Rima XV de Bécquer, respectivamente).-

En el exilio, su poesía adquiere unos tintes más dramáticos y preocupados (como por ejemplo el poema “Cero” sobre la bomba atómica). Su último libro “Confianza” (1955), es el recuerdo gozoso de la existencia vivida.

ESTILO: Utiliza la frase corta, las construcciones nominales con escasos adjetivos y un léxico sencillo; preferencia por los pronombres, que nombran lo esencial, frente a sustantivos y adjetivos que nombran lo accidental; pero su poesía resulta difícil por la concentración expresiva y la complejidad intelectual. Predomina el verso libre o la combinación de endecasílabos con versos más breves.

JORGE GUILLÉN (1893-1984)

Es el máximo representante de la poesía pura. Sus dos obras mayores son “Cántico” y “Clamor”. “Cántico” tiene como tema el entusiasmo ante el mundo /la exaltación de la vida. El poeta disfruta con la contemplación de todo lo creado; el poeta dice: “El mundo está bien hecho”. “Clamor” da testimonio del dolor y del mal: injusticias, miserias, guerras; ahora dirá: “Este mundo del hombre está mal hecho”.

ESTILO: Utiliza un lenguaje muy concentrado. Prefiere las oraciones breves, el estilo nominal, los infinitivos, monosílabos y las exclamaciones. Utiliza estrofas tradicionales basadas en versos breves.

GERARDO DIEGO (1896-1987)

Sus obras suelen clasificarse en dos grupos:

a) Poesía de creación. También denominada “absoluta”, de carácter vanguardista: son los años del “ultraísmo” y del “creacionismo” (verso libre, imágenes inesperadas, poema como objeto visual). Libros como “Imagen” y “Manual de espumas”.

b) Poesía de expresión o poesía tradicional. Llamada también poesía “relativa”, enlaza con la lírica tradicional e incluye obras como “El romancero de la novia” (1918) “Versos humanos” (1925)y “Alondra de verdad” (1941); la métrica que utiliza es la clásica: romances, sonetos, décimas...

RAFAEL ALBERTI (1902-1999)

Desde un punto de vista cronológico, en la poesía de Alberti, se aprecian las siguientes etapas:

a) Comienzos neopopularistas: En “Marinero en tierra”, recuerda el paraíso perdido de su infancia en Cádiz. Formalmente está inspirado en la poesía tradicional: estructuras paralelísticas, estribillos, anáforas, repeticiones, octosílabos, a veces mezclados con versos más cortos.

b) Barroquismo y vanguardia. En “Cal y canto” trata temas del mundo moderno: un billete de tranvía, un portero de fútbol. El lenguaje es muy elaborado y los poemas resultan difíciles.

c) Surrealismo. En “Sobre los ángeles”, reflejo de una crisis personal experimentada hacia 1929, el poeta expulsado del Paraíso, vaga sin esperanzas por un mundo sin sentido, acosado por “ángeles malos o buenos” que representan sus obsesiones. La versificación es variada, desde versos cortos hasta largos versículos.

d) Poesía comprometida. Durante la República escribió poesía comprometida o de tipo social (“Poeta en la calle”)

e) En su exilio, se mantiene viva la preocupación social, también está presente en muchos de sus poemas la nostalgia (“Retornos de lo vivo lejano” y“Baladas y canciones del Paraná”).

DÁMASO ALONSO (1898-1991)

Está considerado como el principal crítico de la Generación del 27. Sus estudios de Estilística son muy apreciados. Como poeta está a menor nivel que sus compañeros de Generación. Comenzó dentro de la poesía pura, pero su mejor obra, sin duda, es Hijos de la ira (1944), obra fundamental en la posguerra española. Es una obra de "poesía desarraigada"; el mundo "es un caos y una angustia; la poesía una frenética búsqueda de ordenación y de ancla". Es una poesía existencial, pues. Hijos de la ira es un grito de protesta contra las injusticias, el odio, la crueldad. El poeta pregunta a Dios sobre el sentido de tanta podredumbre. Es una obra escrita en versículos.

LUIS CERNUDA (1902-1963)

CERNUDA es el más becqueriano, romántico, sentimental y apasionado de la generación del 27. Sus obras principales son “Placeres prohibidos” y “Donde habite el olvido”.

En “Placeres prohibidos” (1931) se nota el influjo del surrealismo en las imágenes oníricas; expresa sus problemas íntimos, derivados de su condición de homosexual, y su ansia de amor sin trabas. “Donde habite el olvido” (expresión tomada de un verso de BÉCQUER) presenta una poesía intimista y austera, con escasa adjetivación y en busca de la naturalidad; expresa su desolación ante el desfase entre sus anhelos y la realidad.

En 1936 reúne toda su poesía bajo el título: “La realidad y el deseo”, palabras que recogen el conflicto central de su vida, el anhelo de realización personal y libertad amorosa frente a las limitaciones impuestas por el entorno social. Esta obra fue objeto de varias ediciones, en las que va incorporando su producción del exilio: “Las nubes“ (aborda el problema de España y la guerra desde la distancia del exilio), “Vivir sin estar viviendo” y “Con las horas contadas” (obra de nostalgia, de recuerdos, regida por la obsesión por el paso del tiempo) y “Desolación de la quimera” la última, ya póstuma, en 1962, que incorpora uno de sus poemas más famosos, el “Díptico español”.

TEMAS: la pasión amorosa, la soledad, el hastío, la añoranza de un mundo más habitable, la exaltación de la belleza. Y, ya en la madurez, la nostalgia y el recuerdo de España, reflexión sobre el paso del tiempo, la vejez y la muerte, y una visión más contemplativa del amor.

VICENTE ALEIXANDRE (1898 1984)

ESTILO: Hasta los años treinta se mueve en la órbita vanguardista: poesía pura, surrealismo. A partir de invocaciones (1934), sus versos tienden hacia la meditación , a la sobriedad, y buscan la naturalidad expresiva, el tono coloquial.

Distinguiremos en su obra tres etapas:

Poesía anterior a la Guerra Civil:

Formalmente, utiliza el verso libre y es una etapa está muy influenciada por surrealismo. Dos títulos fundamentales: “Espadas como labios” y “La destrucción o el amor”. En “Espadas como labios” el tema central es el amor como fuerza destructora; la pasión amorosa se identifica con la pasión hacia la tierra; el sentimiento amoroso permite al hombre integrarse en el cosmos, al que pertenece. Los versos de “La destrucción o el amor” presentan continuidad con los del libro anterior. Expresa con un tono frecuentemente pesimista el ansia del poeta de fusión con la naturaleza; el ser humano se siente parte de la naturaleza y ansia su fusión con ella (materialismo místico), fusión de la que el amor (la pasión amorosa) es como un simulacro, porque el logro de esta unión sólo se producirá con la destrucción de la muerte, una destrucción vital porque nos permite trascender la realidad puramente individual.

Poesía de las Primeras épocas de posguerra:

“Sombra del Paraíso”, (1944) escrita tras la Guerra Civil, supuso para la poesía española el resurgimiento del surrealismo de preguerra. Evoca desde la angustia presente (la cruda posguerra) el paraíso anterior a la aparición del hombre en la Tierra, el edén bíblico, el mundo de los sueños infantiles, pero también el mundo incontaminado. “Historia del corazón”(1954) supone una rehumanización de su poesía. El poeta se reconoce en los demás y el ser humano pasa al primer plano desplazando a la naturaleza. Son ahora claves conceptos como solidaridad, lucha, esfuerzo, colectividad.

Poesía de senectud:

En “Poemas de consumación” (1968), predomina la reflexión y la meditación; el poeta aborda el tema del fin de la vida, que siente próximo; concibe la muerte como una integración con el cosmos (“bajo la tierra respiraré la tierra”). Ante el hecho de la muerte, no hay angustia, ni sentido religioso, sino simple aceptación de la misma.

FEDERICO GARCÍA LORCA (1898 –1936)

Nació en Fuentevaqueros (Granada) y estudió Derecho y Filosofía y Letras. En Madrid, se alojó en la Residencia de Estudiantes, donde entró en contacto con los intelectuales más importantes de nuestro país. Además de poeta, se dedicó a la música y a la pintura. Durante su vida, caracterizada por el triunfo, cultivó con igual éxito la poesía y el teatro. De hecho, hoy en día puede ser considerado uno de los autores fundamentales de nuestra historia literaria. Murió fusilado cerca de Granada a causa de su apoyo a la República.

La personalidad de Lorca ofrece un doble rostro: de un lado, su vitalidad arrolladora, desbordante de simpatía; de otro -el que le va a influir literariamente-, un íntimo malestar, un dolor de vivir, un sentimiento de frustración. El tema del destino trágico, la imposibilidad de realización, sería el elemento que da unidad profunda a su producción poética y teatral. Su actitud ante la creación poética es rigurosísima. En su primera época hay influjos anteriores (Cancionero, Siglo de Oro, Romanticismo, Modernismo): Dentro de su grupo poético, Lorca es el ejemplo más hondo de esa trayectoria que va del yo al nosotros. Arraigo popular y hondura trágica, con numerosos elementos andalucistas.

POESÍA:

Primera etapa: “Libro de poemas” (evocaciones de la infancia como paraíso perdido), “Canciones” y “Poema del cante jondo” se encuadran dentro de la poesía neopopular (romances, canciones, estructuras paralelísticas), con influencias también del modernismo (versos dodecasílabos y alejandrinos...). “Poema del cante jondo” intenta plasmar la magia y el ‘duende’ del cante jondo, lo más primitivo del espíritu andaluz (temas del amor y la muerte en una Andalucía trágica y legendaria, expresados en versos cortos, asonantados o sin rima).

“Romancero Gitano” es una obra dominada por la frustración y el destino trágico, el alma de Andalucía, pero también una visión mítica de la vida humana. Destacan las metáforas y adjetivación sensoriales.

Segunda etapa: “Poeta en Nueva York” refleja con técnica surrealista la experiencia de su viaje a Nueva York en 1929: imágenes irracionales, enumeraciones caóticas..., que reflejan una civilización materialista y una crítica a la deshumanización, la pobreza, la insolidaridad de las grandes aglomeraciones urbanas.

“Llanto por Ignacio Sánchez Mejíías” es una elegía de más de doscientos versos dedicada al torero y amigo, muerto en la plaza de Manzanares. Destacan las doloridas imágenes irracionales, las personificaciones y sinestesias.

Otras obras son “Diván del Tamarit” (poemas de un lirismo intimista y atormentado en los que utiliza los moldes de la poesía árabe clásica llamados gacelas y casidas), “Seis poemas galegos” y “Sonetos el amor oscuro” (amor oscuro = ímpetu ciego del amor; está presente no sólo el amor de los sentimientos y del corazón, sino el amor de la carne).

TEATRO: El teatro de Lorca es, con el de Valle-Inclán, el de mayor importancia escrito en castellano en lo que va de siglo. Es un teatro poético, que gira en torno a símbolos medulares -la sangre, el cuchillo o la rosa-, que se desarrolla en espacios míticos o de un realismo trascendido, y encara problemas sustanciales de la existencia. El lenguaje, aprendido en Valle-Inclán, es también poético. Sobre Lorca influyen también el drama modernista (de aquí deriva el uso del verso), el teatro de Lope de Vega (evidente, por ejemplo, en el empleo estratégico de la canción popular), el de Calderón (desmesura trágica, sentido de la alegoría) y la tradición de los títeres.

La producción dramática de Lorca puede ser agrupada en tres conjuntos: farsas, comedias «irrepresentables» (según el autor), y dramas.

Entre las farsas, escritas entre 1921 y 1928, destacan La zapatera prodigiosa, en la que el ambiente andaluz sirve de soporte al conflicto, cervantino, entre imaginación y realidad, y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, complejo ritual de iniciación al amor.

Las comedias «irrepresentables» de 1930 y 1931: El público y Así que pasen cinco años, sus dos obras más herméticas, son una indagación en el hecho del teatro, la revolución y la homosexualidad -la primera- y una exploración -la segunda- en la persona humana y en el sentido del vivir.

Consciente del éxito de los dramas rurales poéticos, Lorca elabora Bodas de sangre (1933) y Yerma (1934), conjugación de mito, poesía y sustancia real.

Los problemas sociales, sobre todo de las mujeres, determinan los dramas. Así, el tema de la solterona española (Doña Rosita la soltera, 1935), o el de la represión de la mujer y la intolerancia en La casa de Bernarda Alba, para muchos, la obra maestra del autor.

Por último, también puede ser considerada como un drama la obra juvenil (estrenada en 1927) Mariana Pineda sobre la heroína granadina que sacrificó su vida por sus ideales republicanos y de libertad.

1 comentario:

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muchas gracias por la información, un saludo enorme.